miércoles, 27 de febrero de 2013

EL RELEVO

Tienes hijos.. es algo normal. Los crees tuyos porque están conectados a ti, no solo genéticamente, porque tienen tus ojos o tu sonrisa, sino porque dedicas cada minuto de tus días y tus noches a su cuidado. Te preocupas por su bienestar físico, pero, si eres un buen padre, te preocupas sobretodo por la persona en que se habrán convertido cuando se corte el cordón umbilical que les une a ti.

Este fin de semana he estado con mis dos hijos mayores en Madrid. Tal vez, lo mas importante que he sacado de estos momentos compartidos con ellos es que me gustan como personas y no por el mero hecho de ser mis hijos, que eso no tiene ningún mérito. He visto a dos chicos centrados, educados, solidarios. Dos chicos que además de disfrutar de su música y de sus juergas, como todos los jóvenes, saben disfrutar del arte, de la cultura y de la buena conversación. Les he oído hablar de sus planes de futuro, de sus estudios, de sus objetivos, de sus ideales. Y ante esta madurez y, aunque siempre estaré con ellos, he sabido con certeza que ya ha comenzado su andadura en solitario. No tengo miedo.. están preparados.

Como adultos, a menudo contemplamos a los jóvenes con escepticismo.. la generación ni-ni, los que no tienen sueños, ni objetivos.. Nos asusta pensar que dejaremos el mundo en sus manos. Yo creo que muchos de esos chicos que ahora emergen, aprenderán de nuestros errores y cambiarán la manera en que gira el mundo. Tengo fe en el relevo..  Tengo fe en ELLOS.

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