lunes, 24 de marzo de 2014

El bullying no es "cosa de niños"

En los últimos días he leído dos noticias que me han dejado dolida, atónita y un poco mas decepcionada con  lo que llamamos raza humana. Dos adolescentes, una en Mallorca, en el colegio Madre Alberta y otra en Gijón se suicidan por sufrir acoso escolar. ¿Qué extremada crueldad habrán sufrido estas niñas para llegar a lanzarse al vacío, para no querer vivir mas?

Que triste es cuando un niño, siempre son los más débiles, los más vulnerables, los "diferentes",  cae víctima de la "inhumanidad" de sus compañeros. Los padres ven como su hijo es maltratado, ninguneado y aislado. Le ven encogerse, hacerse pequeño y empezar a desaparecer. El niño maltratado pierde su identidad, se  paraliza por el miedo. Pero, lo más triste de la situación, es que existe un  niño maltratador que se crece ante esto y que necesita de estas acciones rastreras para sentirse mas grande, mas fuerte y para alimentar su ego.

Sin duda, los colegios deben empezar a plantearse medidas contundentes y un plan de acción serio contra el "bullying", porque ningún niño debería tener que asistir al colegio con miedo. Para usar la frase de moda, se debe implantar  TOLERANCIA CERO hacia los niños maltratadores. Los colegios pueden hacer una gran labor para frenar esta lamentable y creciente tendencia a maltratar y a humillar a otras personas, pero no son los únicos que tienen esa responsabilidad.

A mi modo de ver, la verdadera solución a esta creciente lacra está en las casas, en las familias. Por supuesto, todos debemos estar alerta por si nuestro hijo o hija sufre acoso escolar, pero desde luego y más importante, todos debemos estar atentos a si nuestro hijo o hija es un maltratador.

Si se tiene un hijo líder y fuerte, es responsabilidad de los padres enseñarle a integrar, a apoyar y a aceptar a los niños menos fuertes. Es responsabilidad de los padres vigilar y estar al tanto de que ejerza esa fuerza  y ese liderazgo de una manera positiva, respetuosa y solidaria. Porque si el niñ@ hace lo contrario y los padres lo consienten y, en algunos casos lo promueven con frases como "es cosa de niños", entonces ellos son responsables  del daño causado.

En estos casos, siempre viene bien utilizar la empatía. Pongámonos en la piel de esos padres que han perdido a esas niñas.. terrible, no? Podemos imaginarnos el inmenso dolor. Ahora, pongámonos en la piel de los padres de las niñas que con sus insultos, persecución y acoso violento han provocado esas muertes. El sentimiento que esto genera es mas terrible aún y no creo que yo personalmente  pudiera superarlo o perdonármelo jamás.

Seamos todos conscientes  de que el "bullying" no es cosa de niños..