jueves, 10 de abril de 2014

Poema del amor cotidiano

Lluéveme  despacio encima del alma, como haces siempre
susurra un  silencio que nada dice y dice todo, sabio, calmado, paciente,
Encadéname en tu abrazo, que no quiero ser libre, si libre es perderte.
Vive, respira y late  a mi lado, que amanecer no quiero si no estás presente.

Dame amores tercos de esos que nunca se dan por vencidos,
de los que escapan al tiempo y  atrapan el alma.
Dame amores de esos que enlazan  los días con besos prendidos
 y nunca se olvidan de sueños comunes nacidos al alba.

Quédate o llévame contigo, que no quiero mañanas si no estás aquí.
Abre la ventana y emprende tu vuelo, mas graba la senda que te traiga a mí.
Minutos, ni días, ni años los  quiero vacíos,
segundos, semanas, ni meses  los dejes baldíos.

que no quiero nada, nada me consuela si no estás aquí.