Lluéveme despacio encima del alma, como haces siempre
susurra un silencio que nada dice y dice todo, sabio, calmado, paciente,
Encadéname en tu abrazo, que no quiero ser libre, si libre es perderte.
Vive, respira y late a mi lado, que amanecer no quiero si no estás presente.
Dame amores tercos de esos que nunca se dan por vencidos,
de los que escapan al tiempo y atrapan el alma.
Dame amores de esos que enlazan los días con besos prendidos
y nunca se olvidan de sueños comunes nacidos al alba.
Quédate o llévame contigo, que no quiero mañanas si no estás aquí.
Abre la ventana y emprende tu vuelo, mas graba la senda que te traiga a mí.
Minutos, ni días, ni años los quiero vacíos,
segundos, semanas, ni meses los dejes baldíos.
que no quiero nada, nada me consuela si no estás aquí.