miércoles, 27 de noviembre de 2013

100% PERSONA

Con la llegada de las fiestas navideñas, leer etiquetas de todos esos artículos que miraremos hasta encontrar el regalo perfecto se va a convertir en una acción repetida, hasta el hastío, por la mayoría de nosotros. Algo que no es de extrañar ya que las  etiquetas pueden ser muy útiles para los objetos, porque nos dan información muy valiosa sobre aquello que estamos pensando comprar: composición, precio, ingredientes y un largo etcétera de datos que nos pueden resultar muy útiles.

A los seres humanos, nos gusta poner etiquetas a todo y, como no, nos gusta etiquetarnos a nosotros mismos y mutuamente, porque así es más fácil "distinguir" a cada cual y "saber" de que està hecho cada uno de nosotros. Lo hago yo, lo haces tú, lamentablemente, lo hacemos todos. Lo malo es que, en nuestro afán de etiquetar todo y a todos, muchas veces nos encerramos, nos encasillamos a nosotros mismos y a las personas de nuestro entorno dentro de un rol o de una posición que no nos define en nuestra totalidad, en nuestra individualidad, en definitiva, en nuestra verdadera esencia. Y en esa " etiqueta", siempre faltarán datos útiles para ser aceptados y queridos por lo que verdaderamente somos, aquello que verdaderamente nos define como personas.

 Etiquetamos y, sin darnos cuenta, excluimos, discriminamos, separamos... Y esas etiquetas se convierten en estereotipos que promueven intolerancia y violencia. Tal vez, la única etiqueta válida para un ser humano sea:

                    100% PERSONA
                    100% ÚNICO
                    100%  IRREPETIBLE







No hay comentarios:

Publicar un comentario