miércoles, 25 de enero de 2012

El maestro

Yo valoro mucho la figura del profesor.. del "maestro" como se le solía llamar antes. Creo que, después de  los padres, es una persona de enorme influencia y relevancia en la vida, desarrollo y aprendizaje de un niño. Es por eso, que cuando me cruzo con un mal profesor, se me ponen los pelos como escarpias, pues pienso en la cantidad de niños que pasarán "por sus manos" y me asustan las consecuencias que puedan derivar de ello. Lo contrario me ocurre cuando me cruzo con un buen profesor... siento que el mundo será un lugar mejor porque el/ella habrá "enseñado", "apoyado" y "guiado" a muchos niños.

Los maestros no solo han de saber mucho.. los maestros han de "amar" mucho. Han de ser justos, empáticos, dinámicos, afectuosos, firmes. Han de entender que el niño que saca mejores notas no siempre es el que mas se esfuerza, han de entender que cada niño es diferente al otro, pero no mejor ni peor, han de entender que con una buena palabra y una palmada en la espalda se consigue mas que con un grito o una mofa delante de la clase. Han de aprender, en pocas palabras, que cada niño lo merece "todo".

El maestro debe ser respetado... rectifico, MUY RESPETADO, tanto por los padres como por los alumnos. Pero, como en todos los ámbitos de la vida, la reciprocidad es importante y el maestro también  debe mostrar respeto por sus alumnos. No olvidemos que el ejemplo es el más efectivo método de enseñanza.

Como dijo Victor Hugo: "No hay malas hierbas ni hombres malos; solo malos cultivadores". Pidamos a nuestros maestros que "cultiven" bien a nuestros niños. Ellos, como consecuencia, traerán de la mano un futuro mejor.






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