viernes, 7 de diciembre de 2012

Efímera

La vida es en cierto modo extraña. Cuando una mujer  es joven y hay frescura en cada mirada y en cada gesto, cuando ser bonita no es un mérito sino que va inherente a su edad y a su momento, ésta no aprecia en realidad el regalo que significa un bonito piropo o un giro de cabeza de cualquier hombre con el que se cruza por la calle.

Y es justamente cuando las cabezas no se vuelven a nuestro paso cuando nosotras alcanzamos nuestra plenitud como mujeres. Hemos formado una familia, hemos desarrollado actividades laborales o, tal vez, benéficas, hemos madurado y, ciertamente, estamos rebosantes de cosas que ofrecer.. es una paradoja, no?? Cuando somos mas bellas
 por dentro, la belleza exterior empieza a marchitar...

Esta mañana me ha ocurrido una cosa. Estábamos tomando un café juntos mi marido y yo. Yo, por supuesto, con el pelo aún alborotado, en pijama y seguramente restos de rimmel  bajo mis ojos. Mi marido me ha mirado y me ha dicho, como el que no dice nada: "Estás guapa".

Entonces he comprendido que la juventud es efímera pero la belleza permanece si hay alguien que la sabe ver, a pesar de todo, a pesar del tiempo.




3 comentarios:

  1. Te felicito si tu marido es capaz de decirte piropos tan bonitos en las circunstancias que cuentas, ole por él y por ti, la belleza no entiende de arrugas ni de kilos sino de personas

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  2. La belleza está en el ojo del que mira.. cuando miramos algo con cariño, traspasamos la belleza meramente física y vemos la verdadera belleza de lo que miramos.

    No hay nada mas hermoso que aquello que amas.

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