viernes, 25 de noviembre de 2011

De los perros y la felicidad




"Hasta que no hayas amado a un animal una parte de tu alma permanecerá dormida"..





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Esta cita encierra mas verdad de la que muchos podemos concebir. Para muchos un perro es "solo un perro". Para otros, sin embargo, un perro puede llegar a convertirse en una parte importante y esencial de su vida.

El vínculo que se establece entre un humano y su perro puede ser extraordinariamente fuerte, hasta el punto de que esa relación puede resultar altamente terapéutica y gratificante. Está científicamente probado que, si hay un vínculo de cariño entre el perro y "su humano", el acariciar al perro y mirarle a los ojos, produce oxitocina, que es la hormona que se produce, por ejemplo, cuando una madre mira a su bebe. Esta substancia que provoca en nuestro organismo una sensación de bienestar y relajación, reduce la presión arterial y nos libera del estrés.

Por este y otros motivos, cada vez mas, se está utilizando al perro para hacer terapia en personas con dificultades y enfermedades físicas y psíquicas, enfermos de Alzheimer, niños autistas o, simplemente, ancianos que se sufren de "soledad". Los beneficios son muchísimos, sobretodo, a nivel emocional.

Por eso, adquirir un perro no puede ser una decisión tomada a la ligera. Es un compromiso que ha de durar toda la vida del perro y que nos obliga a tratar a nuestro perro como un miembro mas de la familia, a cuidarlo, alimentarlo, quererlo y educarlo. Ellos dan mucho... no!! ellos lo dan todo y nosotros debemos ir con cuidado de no defraudarles.




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